¿Se preguntaron cuánto tiempo vive este virus? ¿Esta pregunta nos la hacemos con frecuencia verdad, qué conocemos hasta ahora?
El Coronavirus (COVID-19) causa una severa enfermedad del tracto respiratorio en humanos, la transmisión es de persona a persona y ocurre con mayor frecuencia entre contactos cercanos, aproximadamente dentro de 1.8 metros. El tiempo de incubación es de 2 a 14 días con una media de 10 para algunos autores. Es 3 veces más contagiosa que Influenza y produce enfermedad pulmonar grave. Estamos frente una pandemia.
El reservorio es el hombre y la dispersión ocurre por gotas respiratorias más que a través de fómites. La evidencia actual sugiere que el nuevo coronavirus puede permanecer viable durante horas o días en superficies de una variedad de materiales.
¿Cuánto tiempo vive el virus en las superficies?
En una publicación de febrero de este año, científicos alemanes(1) revisaron la información disponible en la literatura ya publicada sobre la persistencia de distintos coronavirus de transmisión humana y veterinaria sobre las superficies. Además investigaron cómo se inactiva el virus sobre las superficies.
Los autores analizaron 22 estudios que revelaron que el coronavirus puede subsistir sobre superficies inanimadas tales como metal, vidrio o plástico, entre 2 horas y 9 días. Las altas temperaturas: 30-40ºC reducen la duración de la persistencia de coronavirus más altamente patógenos (ej: MERS CoV) y además a mayor humedad la persistencia fue mayor (50% mayor que 30%)
La calidad de transmisión desde superficies contaminadas hacia las manos no se encontró, pero los autores hacen una similitud con Influenza A, dónde sí encontraron datos publicados: si tocamos una superficie durante 5 segundos, se puede transferir 31.6% de la carga viral de la superficie a las manos. Al menos es esto o más.
Sabemos que el virus se transmite desde las manos a las mucosas, tocándose la cara, (ojos, nariz, boca). Los autores siguiendo con su investigación encontraron que, en un estudio observacional realizado con estudiantes, se describió que los mismos se tocan la cara con sus propias manos 23 veces por hora, en promedio (piel 56%, boca 36%, nariz 31%)
Los mismos autores encontraron documentación sobre el lavado de manos para disminuir la circulación del virus. Concluyen que es efectivo, pues en un estudio realizado en Taiwán, se documentó que la colocación de estaciones para el lavado de manos produjo un efecto protector contra el coronavirus y probablemente fue la medida de mayor impacto.
¿Cómo se inactiva el virus en las superficies?
Los autores encontraron que el coronavirus se inactiva sobre las superficies desinfectando con alcohol etílico al 60% – 71%; peróxido de hidrógeno 0.5% (método de limpieza en un solo paso, cuando tiene detergentes adheridos) de hipoclorito de sodio 0.1% (esto sería hipoclorito de sodio- agua lavandina en Argentina- a una concentración inicial del 6%, 10 cc en un litro de agua). Se probó también Cloruro de Benzalkonio: 0.05-0.2% y Digluconato de Clorhexidina: 0.02% que fueron menos efectivos.
Recordemos que el alcohol se debe utilizar en pequeñas superficies, porque es inflamable, los clorados también son muy útiles en pastillas y para los que cuentan con clorados en un solo paso de limpieza y desinfección, es una buena opción. Existen el mercado argentino toallitas embebidas con detergentes y clorados.
Recordemos que la limpieza previa a la desinfección es importante y no olvidemos el lavado de manos después de quitarse los guantes de limpieza.
O my friend — but it is too much for my strength — I sink under the weight of the splendor of these visions! A wonderful serenity has taken possession of my entire soul, like these sweet mornings of spring which I enjoy with my whole heart. I am alone, and feel the charm of existence in this spot, which was created for the bliss of souls like mine.
I am so happy, my dear friend, so absorbed in the exquisite sense of mere tranquil existence, that I neglect my talents. I should be incapable of drawing a single stroke at the present moment; and yet I feel that I never was a greater artist than now.
When, while the lovely valley teems with vapor around me, and the meridian sun strikes the upper surface of the impenetrable foliage of my trees, and but a few stray gleams steal into the inner sanctuary, I throw myself down among the tall grass by the trickling stream; and, as I lie close to the earth, a thousand unknown plants are noticed by me: when I hear the buzz of the little world among the stalks, and grow familiar with the countless indescribable forms of the insects and flies, then I feel the presence of the Almighty, who formed us in his own image, and the breath of that universal love which bears and sustains us, as it floats around us in an eternity of bliss; and then, my friend, when darkness overspreads my eyes, and heaven and earth seem to dwell in my soul and absorb its power, like the form of a beloved mistress, then I often think with longing, Oh, would I could describe these conceptions, could impress upon paper all that is living so full and warm within me.